Por ELISA HERRERO, doctora en bioquímica e ingeniera informática.
Los años escolares de mi hijo en el colegio público Alhambra y en el instituto Pérez Galdós me han demostrado la calidad profesional de la enseñanza pública, que puedo resumir brevemente en algunos puntos.
- La vocación educativa de los profesores. Los profesores son profesionales de carrera, su vocación siempre ha sido la educación.
- La trasparencia en la gestión de la docencia, el proyecto educativo, y el consejo escolar.
- Participación de los padres en el proyecto educativo tanto a través del AMPA como a través del consejo escolar.
- Facilidad para hablar con el profesor tutor, con el jefe de estudios o con el director ante cualquier necesidad.
- No se ejerce segregación de ninguna clase a los alumnos, ni por sexo, religión, cultura o nivel intelectual.
- La educación se entiende no solo como la adquisición de unos conocimientos para pasar unos exámenes sino en el desarrollo integral de la persona y su relación con sus semejantes.
Yo estoy contenta con la educación que ha recibido y está recibiendo mi hijo que le está permitiendo desarrollarse intelectualmente como persona y entender a la sociedad pluricultural donde vive.
Seguro que la mayor parte de las familias que eligen la enseñanza privada o concertada para sus hijos no podrán suscribirse a todos y cada uno de estos puntos.
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